Etimología: del latín que significa "Regalo de la Tierra."
Juan Carlos Suárez & Araceli Valencia
Ingeniero de profesión, Juan Carlos decidió hacer un cambio en su vida cuando entendió, de la mano con su esposa Araceli, que doTERRA no sólo eran los aceites que olían y se untaban él y su familia para sentirse bien, sino que se trataba de una oportunidad de vida, de crecimiento. Por su parte, Araceli estuvo convencida desde el principio del potencial de formar parte de los Distribuidores Independientes por una simple y sencilla razón: compartía con ellos el mismo deseo de ayudar a la gente.
Para ambos, algo fundamental que los hizo enamorarse de la calidad de sus productos y la altísima demanda que comenzaron a generar, fue el altruismo de la empresa en la que decidieron invertir todo; encontraron que el bienestar que brinda doTERRA va más allá de los beneficios que reciben directamente los consumidores de los aceites esenciales, la empresa también tiene un compromiso social y ambiental a nivel internacional.
Así, al poco tiempo de su ingreso –febrero del 2013– y de su cada vez mayor convencimiento, esta familia optó por vender la consultoría de Juan Carlos y dedicarse de lleno a aquello que no sólo les daba un bienestar físico y mental, sino que también ayudaba y hacía feliz a muchas personas más, conscientes que se podía vivir de una manera diferente a la que estaban acostumbrados, donde sentirse bien y desarrollarse eran parte de la cultura doTERRA.
“Club Diamante también nos ayudó muchísimo a darnos idea de cómo ser buenos Líderes. Lo que hicimos fue no ir solos, sino invitar a todos nuestros Líderes que podían entrar en este programa para que lo hicieran y los acompañamos en ello, para su progreso y el nuestro” comenta Juan Carlos.
“doTERRA nos ha dado salud y bienestar económico; pero lo más gratificante de estar involucrados en esto es poder encontrar verdaderos amigos. Amigos con los que puedes tener muchas cosas en común. Amigos de verdad. Ese fue el caso de mi amiga Mirna, a quien me costó trabajo convencer; pero los aceites le ayudaron tanto a ella y a su familia que decidió inscribirse y dedicarse a esto. Hoy es una de las grandes Líderes en Cancún y una de mis grandes amigas, una hermana” concluye Juan Carlos.