Una cita con el éxito

Juan Julián Carballo & Beatriz Herrera Reyes


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Bety y Julián han logrado crecer su Liderazgo en doTERRA a un ritmo vertiginoso, es un hecho que se vuelve ejemplo para quienes están empezando el negocio, y que a su vez sirve de inspiración para todos aquellos que integran doTERRA.

Para Bety, la inspiración para empezar a hacer el negocio de doTERRA llegó de la mano del aceite esencial de Rosa, una meta para la cual trabajó intensamente y que la llevó, casi sin pensarlo, a sentar las bases para construir su organización. “Nos tocó inscribirnos cuando salió este Incentivo y dije ‘¡Yo lo quiero, llevo mil años buscando un aceite puro de rosas y no me lo voy a perder!’ Entonces empecé a hablar a todos mis amigos y familiares, llegué a 8 inscripciones y gané mi aceite de Rosa. Estamos en doTERRA por este maravilloso aceite, porque si no hubiera sido por él, nos hubiéramos ido despacito, para uso personal. Pero gracias a este Incentivo empezamos a ver que además de sus múltiples beneficios, la cuestión económica es sorprendente, y dijimos, ¡Pues, adelante!”

Otro paso fundamental para esta pareja de emprendedores fue ganar el Incentivo para asistir a la convención de UTAH, un viaje que les dio la oportunidad de conocer de cerca doTERRA, y de entrar en contacto con Líderes inspiradores. “En el viaje a Salt Lake, decidimos ir a conocer la planta de doTERRA y fue asombroso”, comenta Julián. “Y luego en la convención fue impactante ver todo lo que había detrás, escuchar los testimonios, conocer el enfoque humanista de doTERRA, desde la forma en que obtienen los aceites ayudando a comunidades, hasta la comercialización, nos dio muchísima confianza”. Para Julián, viajar a la Convención Global y una reveladora plática con su amigo Juan Carlos Suárez, fueron la base para empezar a ver a doTERRA con otros ojos. “Regresamos a México con la idea de hacer doTERRA en base al modelo de negocios que nos habían explicado. Llegamos a la comprensión de que el proceso vertiginoso de inscripción que uno debe de realizar va en proporción a la amplitud de la organización. Debes lograr un equilibrio entre esa velocidad de ingreso y el desarrollo de tu equipo, para que la gente pueda empezar a recibir sus bonos y no se canse de esperar. Así que decidimos enfocarnos a estructurar correctamente a las personas, y sobre todo comprometernos con ellas para que vieran que no iban a hacer doTERRA solos, que contarían con nosotros todo el tiempo. Creo que eso fue lo que ayudó muchísimo para que nuestra organización creciera tanto”.

Para Bety es sorprendente haber llegado al rango Diamante con una organización relativamente pequeña, de sólo 529 personas. Sin embargo, la velocidad de crecimiento y la motivación de sus Líderes han sido fundamentales. “Si tú me preguntas cómo calculamos que sería nuestro crecimiento puedo asegurarte que no lo hicimos. Yo me sentaba a ver mi computadora y veía que los muñequitos iban aumentando, y empezaba a llamarles. Soy terapeuta de profesión, eso implica dar mucho amor y cobijo a todas las personas. En ese sentido el preocuparse por las personas e infundir entusiasmo en ellos, fue importante para triunfar. La mayor motivación que les puedes dar es hacerles una llamada, no para vender algo sino para preguntarles cómo están, cómo van con sus vidas y cómo han sentido los aceites esenciales”.

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