Origen: un derivado latino que significa "Don de la Tierra."
Fernando & Daniela Romay
Después de que su pequeño hijo falleció por causas desconocidas mientras dormía, Fernando y Daniela Romay no estaban preparados para que su hija sufriera alguna enfermedad. Daniela dice: "Cuando nuestro hijo murió, algo dentro de nosotros también murió. Si algo le hubiera pasado a Sophia, no sé lo que habría hecho”. Tanto ella como Fernando lidiaron con una depresión significativa, todo el tiempo luchando contra problemas financieros.
Un día, Daniela le pidió a su esposo que se quedara en casa y no trabajara para poder salir de la casa e ir al gimnasio. Resultó ser que Jenna Fante, que vivía a 45 minutos, tenía un stand de doTERRA en el gimnasio ese mismo día. Después de hablar con Jenna, Daniela luchó por creer que estos aceites realmente podrían ayudarla, estaba tan desesperada que compró un kit y lo intentó. Los aceites esenciales funcionaron tan bien y su esperanza creció rápidamente, que aseguraron, esto podría ser lo que estaban buscando.
En poco tiempo Daniela, estaba ansiosa por compartir doTERRA con su familia y amigos en México, pero rápidamente descubrió que sus opciones de venta eran limitadas, aun así, no dejaron que eso los detuviera. Fernando comenta: "Una vez que te has enfrentado a perder todo, no tienes nada más que perder. Una vez que atraviesas ese umbral, obtienes coraje y sabes que nada te detendrá”. Daniela agrega: "No importa lo que vivamos en el futuro. Ya pasamos por el peor día de nuestras vidas y todavía estamos aquí, así que sabemos que podemos hacer cualquier cosa".
Estaban decididos e hicieron todo lo posible para asegurarse de que sus amigos y familiares en México pudieran experimentar los beneficios de doTERRA. A medida que su negocio creció, decidieron hacer Club Diamante con el objetivo de llegar a ser Fundadores en América Latina. Daniela comenzó a volar dentro y fuera de México cuatro o cinco veces a la semana. Una semana, llegó a casa exhausta hasta el borde de las lágrimas mientras sus dos pequeñas hijas clamaban por su madre, revisó su Oficina Virtual y descubrió que, después de todo su arduo trabajo, la realidad era que habían bajado de Rango. Incluso con ese desaliento, siguieron adelante y, al final, no solo alcanzaron el título de Fundador, sino que también lograron el Rango de Diamante y ganaron Club Diamante. "Nunca en nuestros sueños más locos pensamos que sucedería. Ganamos todo. No puedo pedir más " comenta Daniela.
Daniela y Fernando están agradecidos de que después de todo su sufrimiento, ahora puedan trabajar para aliviar el sufrimiento de los demás de muchas maneras. "Sé que lo que le sucedió a nuestro hijo ocurrió por una razón e intento honrarla, porque creo que esto es parte del por qué vino y por qué se fue. Me siento tan afortunada de trabajar para una empresa que tiene el mismo tipo de corazón que yo "-Daniela.